
El anuncio de la nueva ley del juego portuguesa suponía un gran acierto en un principio. ¿Realmente las condiciones son tan positivas como se pensaba al inicio?
La nueva ley del juego portuguesa, anunciada como un gran éxito a finales del mes de abril, ha demostrado no ser todo lo positiva para los intereses del poker como se esperaba.
A pesar de finalizar un periodo en el que Loterías portuguesas tenían el monopolio del juego, la nueva regulación que permite ofrecer juego legal a otras compañías a través de una licencia no va a conllevar los resultados esperados por jugadores y salas de poker.
Tras la publicación de los reglamentos técnicos, los cuales todavía están en proceso de modificación, las expectativas sobre el buen hacer de los portugueses en su nueva ley del juego disminuyeron.
Todavía se están modificando dichos reglamentos con la ayuda de un grupo de jugadores expertos, por lo que se espera que estos den un paso hacia el bien de los jugadores y el propio juego, pero llama la atención que hasta ahora no haya ninguna confirmación en dichas bases de liquidez internacional.
El gran acierto, según la mayoría de los amantes del poker, que iba a tener la nueva ley del juego portuguesa y que se había anunciado a bombo y platillo era dicha liquidez internacional, un punto del que nadie duda que se incluya en la ley, pero que por el momento no ha aparecido en los reglamentos técnicos.
Sí que se incluye que los jugadores no tendrán que cargar con impuestos directos, aunque las duras condiciones en materia fiscal para las salas de poker terminarán teniendo repercusión en estos (los jugadores).
Varias salas ya se han despedido
La condiciones que se anunciaron en un principio parecía que iban a crear un escenario “relativamente idílico” en el país vecino, aunque el paso del tiempo y la publicación de los primeros reglamentos han mostrado que esto no va a ser así.
El principal problema de la regulación en el poker es la posible salida del país de las salas más pequeñas e incluso de varias grandes por el alto coste de mantener su oferta a los jugadores sin entrar en pérdidas económicas.
A pesar de que la anunciada (aunque no confirmada en los reglamentos técnicos publicados hasta ahora) liquidez internacional no parece ofrecer el problema de falta de jugadores en las mesas como ha ocurrido en Italia, Francia y Portugal, las condiciones para las salas no son las mejores.
Los impuestos que las compañías de juego que reciban una licencia tienen que sufrir son más altos de lo que muchas salas pueden soportar, lo que ha provocado el anuncio de varias de ellas (y no precisamente pequeñas) de la remisión de su oferta de servicios en el país vecino.
Cada sala, tras recibir la licencia, tendría que soportar impuestos variables entre el 15% y el 30% dependiendo de los ingresos recibidos, algo que ha hecho que William Hill, PKR y Party Poker ya hayan anunciado su adiós a Portugal.
Incertidumbre entre las salas que se mantienen
PokerStars y Full Tilt Poker, pertenecientes a Amaya Gaming, han anunciado que no aceptarán nuevos jugadores provenientes de Portugal hasta que no entre en vigor la nueva ley y tengan licencia para operar en su poder.
Esto indica que PokerStars (con toda seguridad) y Full Tilt Poker (con menos probabilidades) ofrecerán sus servicios en Portugal, algo que nadie dudaba de la sala de la pica roja, pero debido a la incertidumbre generada, principalmente en materia fiscal, prefieren mantenerse en stand-by al no aceptar nuevos jugadores portugueses.
Tal y como hemos comentado anteriormente Party Poker, quien ya había cerrado el registro de nuevos jugadores, ha anunciado que probablemente no soliciten la licencia.
888Poker, Bet365 y Betfair, las otras tres grandes casas de juego en el país vecino, todavía no han realizado ningún comunicado, aunque se cree que solicitarán la licencia y mantendrán su oferta en Portugal.
Esta incertidumbre ha hecho que las principales páginas web de afiliados hayan suspendido su promoción de salas de poker, probablemente hasta que cese la incertidumbre.
¿Qué ocurre con los jugadores?
La principal pregunta que todos nos hacemos es “qué ocurrirá con los jugadores”, tanto con los jugadores portugueses como los muchos españoles que emigraron al país vecino tras la entrada en vigor de la ley del juego nacional. Aparentemente todos están a la expectativa para conocer definitivamente cómo les afectan todos los cambios.
La ley anunciada a finales de abril parecía abrir un nuevo éxodo de otros jugadores españoles a tierras portuguesas, aunque las condiciones que se están viendo han creado dudas en la gran mayoría de ellos por el momento.
La confirmación de la liquidez internacional, la cual hasta ahora no ha sido plasmada en los reglamentos pero de la que nadie duda que estará presente como se ha declarado en todo momento, ofrecerá “per sé” mejores condiciones que las existentes en España.
A pesar de esto, Portugal no va a ser el paraíso que podíamos esperar ya que los altos impuestos para las salas, además del adiós de varias, conllevarán mayores gastos para los jugadores en rake, así como reducción de promociones y beneficios para los jugadores.
Además hay varias condiciones impuestas para poder adquirir la licencia como la eliminación para jugadores portugueses (o jugadores conectados desde Portugal) de freerolls con premios de dinero real (o entradas a torneos con dinero real).
Además, si no se realiza un cambio de última hora, los jugadores no podrán utilizar HUDs ni cualquier otro software que permita acumular información de los rivales ni de su forma de actuar en las mesas. Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de jugadores regulares de poker utilizan estos programas y los consideran imprescindibles para tener beneficios.
Un mínimo de seis asientos por mesa en los torneos, lo que conlleva la desaparición de los torneos heads-up y 4max.
Los torneos con reentrada y recompras también se verán afectados ya que el límite máximo para realizarlos será de tres niveles.
Este último punto puede afectar a muchos torneos online importantes que incluyen tanto re-buys como re-entries por un mayor número de niveles, los cuales, si no se realizan cambios, no estarían disponibles para los jugadores que jueguen desde Portugal a pesar de la mencionada liquidez internacional.
La espera es cada vez menor
Según los datos oficiales, se espera que el 7 de agosto (fecha orientativa, aunque no confirmada) tenga lugar la publicación de los documentos técnicos definitivos.
En estos momentos están trabajando siete jugadores expertos con las autoridades para eliminar o depurar los puntos que consideran negativos para el poker, esperándose que el documento que verá la luz sea algo más beneficioso para el poker y sus protagonistas.
A partir de dicho momento y durante las próximas tres semanas (el periodo se confirmará con la publicación de los reglamentos), las salas de poker podrán solicitar su inclusión entre las entidades certificadas y, por tanto, adquirir la licencia.
El tiempo para resolver la incertidumbre es cada vez menor, ¿qué nos deparará definitivamente la nueva ley portuguesa?
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