
Juan Manuel Santos, Richard Nixon o Tony G tienen algo en común en sus carreras políticas: La pasión por el poker. Veamos cómo lo usaron para llegar a la cima.
El apasionante mundo del poker va más allá de las mesas. En muchos artículos siempre hemos hablado de la estrategia, un punto clave en muchos aspectos de la vida, sobre todo cuando se trata de competir.
Vimos como Leo Margets podría usar el poker para ser una buena "Superviviente" este año, algo que también hicieron otros jugadores en su situación, y ahora vemos como los políticos también hacen uso de ello. Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, es un aficionado al poker, algo que le puede haber servido para ser reelegido en las elecciones del pasado fin de semana.
En el mundo de la política, la estrategia es algo fundamental. Mover las figuras, tal tablero de ajedrez, o saber sacar los ases en el momento oportuno, como si una partida de poker se tratara.
A Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa de Colombia durante la liberación de Ingrid Betancourt, es lo que conocen como un Tahúr, un amante del poker, según sus amigos más allegados, según comentan en una entrevista a El País Colombia.
Desde joven, Santos se convirtió en una especie de "robot" cuyas jugadas iban perfectamente inclinadas hacia la consecución de la presidencia del país. Supo retirarse bien en 2010, para presentar su candidatura a la presidencia después de que la Corte Constitucional declarara inexiquible un tercer periodo para su antecesor, Álvaro Uribe.
Escalera imperial para ascender al poder. Una estrategia que siguió desde su etapa de formación y que le sirvió para llegar a ser el hombre más poderoso de Colombia.
Pero lo mejor de este maravilloso juego del poker es aquello que no puedes controlar, el azar. Todos creían que conocían las cartas de Juan Manuel Santos, pero el presidente colombiano dio un nuevo giro a la mesa al sorprender con una mano que nadie esperaba.
En 2012, sorprendió, como si fuera un as inesperado, con un proceso de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, algo que le ha servido para ser reelegido en la segunda vuelta de las elecciones.
El Poker y la Política
Son muchos los políticos que son aficionados al poker alrededor del mundo. Muchos son los rumores que dicen que Barack Obama es un gran jugador, también lo dicen de uno de sus antecesores, Richard Nixon, de quien decían que era un jugador brillante.
Amarillo Slim, fue uno de los rivales a los que se enfrentó Nixon. Un ex presidente americano que se dice que financió su primera campaña con lo ganado en las mesas de poker, obteniendo en 1946 su cargo en la Casa de Representantes de Estados Unidos con 10.000 dólares ganados en partidas.
Jugadores de poker que obtienen cargos políticos, algo que también pasa en Europa. Solo hay que irse hasta las pasadas Elecciones Europeas de Mayo. Allí, Tony G consiguió ser parlamentario europeo al ser uno de los dos candidatos que obtuvieron plaza por el Partido Liberal.
Tony G, conocido por ser un bocazas en el poker y por humillar a Ralph Perry, ya comparó anteriormente en una entrevista al poker y a la política: "La política es una competición, puedes verla como un torneo o un Sit and Go si quieres. Todos jugamos. Cada país juega y el país más listo, es el que va a tener más éxito".
En la vida real y la ficticia
Cuando hablamos de poker y política, a muchos de nosotros se nos viene a la mente la serie "House of Cards", protagonizada por Kevin Spacey y que trata sobre cómo un político mueve sus influencias, como cartas de una baraja, para intentar subir puestos en la escala política.
Frank Underwood, interpretado por el propio Spacey, es el protagonista este drama político emitido por Netflix y que en España es emitida por Canal+.
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